En una antigua ciudad europea, las calles están llenas de marcas históricas, pero la integración de la tecnología moderna ha aportado nueva vitalidad a esta ciudad. Jason, un oficinista común y corriente, camina a casa con una taza de café vacía en la mano y un folleto desechado.
Él notó un cubo de basura que era diferente a los habituales, parados en la calle. Este contenedor de basura inteligente tenía un elegante acabado metálico y una pantalla táctil en la parte superior, con varios vertederos de desechos de diferentes colores al lado. Por curiosidad, Jason se acercó.
Tocó suavemente la pantalla y el contenedor de basura inteligente Respondió de inmediato, reproduciendo un mensaje de bienvenida en varios idiomas, incluido el inglés: "¡Bienvenido, Jason! Elige el tipo de residuos que deseas eliminar". La pantalla mostraba varias opciones: Reciclables, Desechos de Cocina y Otros Desechos.
Jason seleccionó "Reciclables" y dejó caer la taza de café en el conducto con la etiqueta "Reciclables". Los sensores internos del contenedor de basura inteligente reconocieron inmediatamente el material del vaso, lo clasificaron automáticamente y lo compactaron para su almacenamiento. Luego, la pantalla mostraba el proceso de compresión de la taza de café y el estado de llenado actual del contenedor.
Luego, Jason dejó caer el volante en el conducto de "Papel". El contenedor identificó y procesó rápidamente el papel, y en la pantalla apareció un mensaje: "¡Gracias por tu contribución a una ciudad más limpia!".
Jason estaba intrigado por el funcionamiento de este contenedor de basura inteligente. Descubrió que el contenedor no solo podía clasificar y compactar la basura automáticamente, sino que también podía proporcionar comentarios en tiempo real y mensajes de agradecimiento en la pantalla, haciéndole sentir que cada pequeña acción suya era reconocida y valorada.
Al día siguiente, Jason compartió esta experiencia con sus colegas de la oficina. Decidieron realizar un pequeño experimento para ver si este contenedor de basura inteligente realmente podía manejar todo tipo de desechos. Recogieron diversos materiales de desecho, incluidas botellas de plástico, envases de alimentos y baterías, y luego fueron al contenedor de basura inteligente durante la pausa del almuerzo.
Cada persona probó diferentes toboganes y el contenedor los identificó y procesó con precisión. Lo que fue aún más sorprendente fue que cuando arrojaron una batería usada, el contenedor no solo la reconoció sino que también emitió una advertencia: "Tenga en cuenta que las baterías deben desecharse en contenedores designados para desechos peligrosos". Luego los dirigió a un punto de recogida de residuos peligrosos cercano.
Este contenedor de basura inteligente no solo mejoró la comodidad de la vida diaria de Jason y sus colegas, sino que también profundizó su comprensión de cómo los servicios públicos de la ciudad se vuelven más inteligentes. Comenzaron a esperar que estos dispositivos inteligentes se aplicaran en más áreas, haciendo la vida más cómoda y eficiente.
Con el tiempo, Jason descubrió que los contenedores de basura inteligentes se habían convertido en una parte indispensable de su vida. Ya sea en la oficina, en el parque o cerca de casa, estos contenedores de basura inteligentes simplificaron su vida diaria con sus métodos eficientes e inteligentes y también lo llenaron de anticipación por el sentido de la tecnología y el futuro de la ciudad.